Han escrito algunos cuentecillos a partir de uno muy conocido "La princesa y el guisante".
Andrea Villarroel de 1º G escribe esta historia que ella ha titulado:
La princesa dormilona
Había una vez una princesa que se pasaba el día durmiendo y durmiendo. Un día no quería ir a clase y su madre se enfadó.
Ella lloró mucho y sus padres fueron a hablar con el profesor. Al final fue a clase para que su madre estuviera contenta, y esto hizo que un día que fue a clase conoció a un príncipe que no le gustaban los guisantes, pero por ella se los comió, igual que la princesa había ido a clase para no disgustar a su madre. El príncipe demostró que era bueno y que comía bien, por todo eso la princesa se casó con él.
Ella fue más diligente y menos dormilona y a él acabaron gustándole los guisantes.
Ella fue más diligente y menos dormilona y a él acabaron gustándole los guisantes.