La historia del Casar es desconocida. Lo que sí se sabe es que en la zona donde está situado vivían poblaciones indígenas. Aún se conservan tumbas antropomorfas, piedras talladas y restos de antiguas construcciones que ponen en evidencia el paso de la historia, sin olvidar los restos de calzada romana y los milarios.
Está situado a unos diez kilómetros de la capital cacereña, en plena Vía de la plata. Hasta hace algunos años fue considerada una pedanía de la misma y no como una población independiente.
La población será de 4848 habitantes desde 2005.
Cuenta con bellos prados, como la dehesa boyal, la zona del monte, la charca, donde pueden contempalarse las aves de la zona: la cigüeña blanca o la abubilla. En el paraje conocido como La jara podemos encontrar tumbas prehistóricas de cierto interés. Cuenta también con una iglesia del siglo XVI con la consideración de Monumento nacional.
La gastronomía casareña es variada pero con tres importantes pilares: la torta del Casar, la tenca en escabeche o frita y la repostería con sus famosas roscas de alfajor, roscos blancos, mantecados, perrunillas, la torta borracha y el helado de torta del Casar. El buche con berzas, el frite, el escabeche de Semana Santa, pies de cerdo guisados, la morcilla, los callos casareños y la chanfaina son otros platos típicos.
En general es un pueblo muy bonito para disfrutar de sus paisajes y su gastronomía, sin dejar de lado sus fiestas.
José Manuel, 2ºF
ose josema bueno darwin en persona y su imbestijacion k a exo del caxar de caceres (su pueblo)
ResponderEliminar¡Ole por el Casar y por el autor de la entrada, que tan bien nos lo cuenta!
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