jueves, 13 de octubre de 2011

Todo fue un sueño


Entré en aquella casa, y no di crédito a mis ojos de lo que veía, sin duda sería un sueño...
El hombre era feo, su nariz picuda, muy picuda, orejas de elfo,sus pestañas largas como los cabellos. La cara estaba toda arrugada con muchísimas deformidades, las piernas largas como dos torres,unos tobillos sin hueso; delgado, muy sucio.Tenía una frente de aproximadamente trece centímetros, una barbilla que parecía que iba barriendo el suelo, y lo más importante... ¡tenia labios de caballo!
Me levanté sobresaltadamente de la cama, ¡todo era un simple sueño!

Marcos González, 2º E.S.O. D

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